En esta última instancia decidí cambiar el objeto por uno menos convencional, algo más extraño y ambiguo. A partir de eso, se me ocurrió jugar con el agua para así también lograr un efecto distinto a la hora de reflejar la luz. Tambien tuve cuidado a la hora de encuadrar, para que el objeto no pierda el protagonismo ante un fondo tan llamativo. Esta prueba siento que tiene más intención que la anterior y refleja mejor la consigna.
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